Si lo que buscas es una gran experiencia de viaje, dirígete a Río de Janeiro, Brasil. Además del sol y las playas, la ciudad tiene mucho que ofrecerte en cuanto a lugares que ver y experimentar.
He aquí algunos que no deben faltar en tu itinerario:
Floresta da Tijuca
La Floresta da Tijuca es uno de los destinos más impresionantes de Río de Janeiro. Se trata de una selva tropical plantada a mano considerada como el mayor bosque urbano del mundo. Comparte su nombre con el barrio que la alberga, el bairro de Tijuca.
La Floresta da Tijuca fue declarada Parque Nacional en 1961. Entre las atracciones que los turistas pueden ver en la zona está la colosal escultura del Cristo Redentor en la cima del monte Corcovado. Una excursión por la selva también te permitirá ver la Cachoeira dos Macacos (cascada de los monos), la Vista Chinesa (vista china), la Mesa do Imperador (mesa del Emperador) y la Cascatinha (cascada de Taunay).
Petrópolis
Las zonas de playa de Río de Janeiro pueden llegar a estar demasiado concurridas en ocasiones, por lo que algunas personas optan por buscar un lugar más tranquilo y solemne. En este caso, el destino número es Petrópolis, la ciudad imperial de Brasil. Situada a 65 km de la ciudad, Petrópolis es un refugio de montaña de los dos únicos emperadores del país.
Una excursión por la zona te llevará a contemplar las maravillosas vistas del Museo Imperial y la Catedral Sao Pedro de Alcántara, lugar de enterramiento de la última familia imperial de Brasil. También podrás visitar el fabuloso Palacio de Cristal, construido en 1879 por los franceses.
Angra dos Reis
Angra dos Reis es un terreno montañoso cubierto de exuberante selva atlántica. También cuenta con playas de arena, cuyas frescas aguas cristalinas atraen a numerosos lugareños y turistas. El pasado colonial de la ciudad es evidente en sus varios edificios antiguos que datan del siglo XVI. Una goleta que espera en el muelle lleva a los visitantes en un crucero de 5 horas a las numerosas islas de la ciudad.
Pan de Azúcar
El Pan de Azúcar es uno de los iconos más populares de la ciudad. Subido en un teleférico, obtendrás una vista panorámica de Río y comprobarás por ti mismo por qué es conocida como una de las ciudades más bellas del mundo. Al subir a la montaña, pasarás por el centro de la ciudad, que cuenta con numerosos edificios de estilo colonial portugués. También encontrarás varios edificios públicos como la Biblioteca Nacional, el Museo Nacional y el Teatro Municipal.
Río de Janeiro es más que playa y bikinis. Déjate sorprender por estos itinerarios y verás la otra cara de la belleza de la ciudad.