Ciudad del estado de Minas Gerais, Ouro Preto tiene una historia que explica su importancia en Brasil y la razón por la que se la considera la flor y nata de las ciudades coloniales del estado.
Fundada a finales del siglo XVII, Ouro Preto, que significa «oro negro» en español, fue el corazón de la edad de oro del país durante el siglo XVIII. La ciudad recibió su nombre cuando se encontraron pepitas de oro cubiertas de óxido de hierro (un compuesto negro) en Tripui, un río adyacente. Este descubrimiento marcó entonces un gran interés por el lugar.
Con su enorme cantidad de oro, la ciudad se convirtió en una potencia, una fuerza considerable en la comunidad internacional. Muchos historiadores creen que en aquella época, la ciudad era más grande que actualmente, probablemente más importante que Nueva York hoy en día y la ciudad más rica de Brasil en su apogeo.
Por desgracia, cuando se agotaron todas las minas de oro en el siglo XIX, el poder y la riqueza de Ouro Preto desaparecieron. Sin embargo, a pesar del devastador golpe que supuso su caída, muchas de sus obras arquitectónicas aún permanecen como testimonio de la prosperidad que antaño tuvo la ciudad; un legado que queda para las generaciones futuras.