Situada en el extremo del noreste de Brasil, Natal es la ciudad más cercana al punto que separa Europa de Latinoamérica. Es conocida por tener uno de los mejores climas del país, de ahí que se la conozca como la «Ciudad del Sol». Por todo ello, Natal ofrece una opción inmobiliaria muy atractiva.
Hay muchas razones por las que invertir o comprar una propiedad inmobiliaria en la ciudad. Por un lado, la capital de Rio Grande do Norte tiene un ambiente cálido y acogedor. Sus hermosas playas aumentan su atractivo, especialmente entre los turistas. Aunque ofrece un entorno relajante y tranquilo, la ciudad no carece de instalaciones modernas, como buenos hospitales, centros comerciales, bares de moda y restaurantes de cocina local e internacional. Con unos 800 000 habitantes, Natal no es ni demasiado grande ni demasiado pequeña para mantener un equilibrio entre tranquilidad y modernidad.
En toda la región, la ciudad destaca por contar con el mayor número de establecimientos que ofrecen servicios de alojamiento. Por esta razón, muchos eventos importantes del estado, incluso del país, se celebran a veces en la ciudad. En 2014, Natal será una de las sedes de la Copa Mundial de la FIFA.
Qué inmuebles comprar
Las propiedades inmobiliarias que suelen venderse en la parte central de la ciudad son bloques de pisos. Los que se venden en el litoral de Natal van desde condominios pequeños a medianos; también se venden propiedades como villas privadas y apartamentos. No obstante, hay que tener en cuenta que los inmuebles del litoral de la ciudad no son en absoluto altos, ya que las restricciones de construcción no permiten edificios de gran altura.
Natal es también un lugar perfecto para comprar viviendas brasileñas, ya que ofrecen una excelente relación calidad-precio. Con la creciente y floreciente economía de la ciudad, las viviendas en Natal son una gran inversión.
Inversionistas expertos y experimentados realmente te recomendarían invertir en terrenos y propiedades de casas, ya que nunca se deprecian en términos de valor, mucho más si es en una ciudad tan prometedora como Natal.