En 1956, el presidente de Brasil, Juscelino Kubitschek le propuso a Oscar Niemeyer un proyecto que supondría un antes y después en su carrera, y en su vida: el diseño de todos los edificios, casas, palacios y demás edificaciones de la nueva capital del país, Brasilia.
A día de hoy, la modernidad, las estructuras fantasiosas y las edificaciones hacen que Brasil sea considerado por muchos uno de los mejores países del mundo en arquitectura. A continuación, te mostramos algunas de las edificaciones más destacadas del país:
Catedral Metropolitana Nossa Senhora Aparecida
La catedral, uno de los símbolos más famosos de Brasilia, exhibe vidrieras de mármol de colores agua marina y blanco. Durante el día, las ventanas proyectan sombras de color turquesa sobre el frío y liso suelo. Alrededor del altar hay cuatro apóstoles, esculpidos por uno de los escultores más famosos del país, Alfredo Ceschiatti.
El Puente del Presidente Juscelino Kubitscheck
En un principio, el gran lago de Brasilia tenía dos puentes que separaban las casas de la gente de sus lugares de trabajo. Sin embargo, debido al rápido crecimiento de la población de la ciudad, que era imprevisible, surgió la necesidad de un tercer puente. Así, Mario Vila, ingeniero, y, Alexander Chan, arquitecto, diseñaron el tercer puente, que es una variante de las estructuras de los puentes antiguos. Este puente tiene tres arcos, que simulan la trayectoria de una pelota invisible que rebota. Cada de uno de los extremos de los arcos cruza hacia la calzada y aterriza en el lado opuesto de su inicio, formando un zigzag.
A pesar de ser una de las pocas estructuras de la ciudad que no diseñó Niemeyer, el puente no desentona entre las demás edificaciones elegantes y modernas de Brasilia. De hecho, se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad, ya que personifica la colaboración de la ingeniería y la arquitectura, y, cómo la combinación de ambas superan todas las expectativas.
Memorial JK
Construido durante la década de 1980, este monumento está dedicado al padre, y, entonces presidente, de Brasilia, Juscelino Kubitschek. Al igual que una pirámide, el edificio está cerrado excepto por su entrada y una ventana sobre la cabeza de Kubitschek. Su arco, con dos patas surrealistas, todavía sigue dejando a la gente sin aliento por la genialidad del arquitecto y del ingeniero que lograron que el monumento se mantuviese en pie.
Torre de Televisión
Con 224 metros de altura, la Torre de Televisión, o Torre de TV, ofrece a los turistas unas impresionantes vistas de Brasilia de forma gratuita. Con un ascensor que sube a los visitantes a la cima de la torre, es en este lugar en donde se puede tener una vista aérea de la ciudad.
Palacio do Itamaraty
Siendo una de las grandes obras arquitectónicas de Niemeyer, y, paisajísticas de Burle Marx, este palacio ahora se utiliza, principalmente, como la sala de ceremonias del Departamento de Asuntos Exteriores. El antiguo mobiliario de madera, de este edificio de dos plantas, contrasta con su diseño supremamente moderno, danto la sensación de estar en dos épocas diferentes.