El tamaño de São Paulo le ha valido la reputación de ser una de las mayores áreas metropolitanas del mundo. Puede que no sea comparable a Río en cuanto a belleza natural, Sampa (como la llaman cariñosamente sus habitantes), pero tiene muchas otras cosas que ofrecer. Considerada la capital cultural de Brasil, São Paulo cuenta con un amplio abanico de atractivos lugares de interés, como conciertos, teatros, museos y espectáculos de danza. También cuenta con los mejores bares, restaurantes y discotecas de toda Sudamérica. Los habitantes de la ciudad, llamados paulistanos, mantienen un buen equilibrio entre trabajo y ocio. Aunque consideran grandes «quebraderos de cabeza» la violencia callejera, las carreteras atascadas y la contaminación, no querrían vivir en otro lugar.
Al ser la tercera ciudad más poblada del mundo, no es de extrañar que sea la capital económica de Brasil y que sus 10 millones de habitantes estén muy ocupados. Además, cuenta con numerosos parques culturales y museos de visita obligada.
En la Praça da Se se construyó una marca de piedra como símbolo del «punto cero» de la ciudad. La red de metro de la ciudad es eficiente y se mantiene en buen estado, pero cubre un área muy limitada. Sin embargo, poco a poco se van haciendo ampliaciones. Algunos de los barrios más interesantes son el de los Jardins, Itaim y el Parque de Ibirapuera. En algunos de estos barrios se sirve cocina italiana, japonesa o de influencia árabe. Tienen su toque distintivo y uno puede disfrutar paseando por estos barrios y yendo a esos agradables restaurantes a beber y cenar.
La mejor comida de Brasil procede probablemente de São Paulo y puede competir con la de otras grandes capitales del mundo. Algunas de las delicias de carne que puedes probar son los rodizios (barbacoa) o la feijoada (cerdo con judías -sólo se sirve los miércoles y sábados). Las pizzas en esta parte del mundo también son sabrosas. Hay restaurantes por todas partes, desde locales de reparto a restaurantes de alto nivel.
Brasil tiene fama de ser uno de los lugares más festivos del planeta, y São Paulo es sin duda un lugar de fiesta. El tráfico se congestiona durante la noche tras el ajetreo de la fiesta.
La situación del tráfico en São Paulo suele ser complicada, especialmente en las vías principales, casi todos los días, y empeora en las horas punta (de 8 a 10 de la mañana y de 6 a 8 de la tarde). La regulación se aplica a través de una ley que prohíbe circular a los coches en determinados días en función del último dígito de sus matrículas. Los fines de semana son un alivio para los automovilistas, excepto en las zonas donde se encuentran los centros comerciales, bares y otras atracciones.
São Paulo también presume de su sistema de transporte subterráneo, el mayor de todo Brasil. El «Metro», como se le llama, no es tan complejo como los trenes de Europa o Norteamérica, pero recorre la mayoría de los lugares importantes de la ciudad. Moverse por São Paulo es seguro y limpio a través de este sistema de transporte.