La economía de Salvador ocupa el octavo lugar entre las mayores economías regionales de Brasil. Cuando aún existía la aerolínea regional Nordeste Linhas Aéreas Regionais, su sede estaba en la capital bahiana. A lo largo de la historia del país, la ciudad ya ha desempeñado un papel importante a nivel económico.
Historia
En 1549, Salvador se convirtió en la primera capital del país. A lo largo del período colonial, la ciudad fue la más grande e importante de la colonia, principalmente por su ubicación estratégica en la costa nordeste del país. Por la misma razón, la ciudad sirvió de eslabón vital del imperio portugués, con estrechos lazos comerciales entre Portugal y sus colonias de Asia y África. La ciudad mantuvo su pujanza hasta que fue sustituida por Río de Janeiro como capital nacional en 1763.
Mezcla de pasado y presente
A pesar de haber sido sustituida como capital del país, la economía de Salvador nunca perdió fuerza gracias a su gran combinación de rica historia y vibrante presente. Sus altos edificios de oficinas de reciente construcción, así como los edificios de apartamentos en la misma manzana en la que se encuentran sus mansiones de la época colonial, siguen atrayendo a inversores de todo el mundo. Sus playas, además de magníficas vistas, cuentan con numerosos y modernos centros comerciales para comodidad y disfrute de la gente.
Importancia económica
Desde el punto de vista económico, Salvador es sin duda uno de los motores de Brasil. Desde su fundación, la ciudad se ha convertido en uno de los principales puertos y centro comercial del país. Cuenta con una enorme refinería de petróleo, una planta petroquímica y varias industrias importantes que contribuyen a la fortaleza económica de Salvador. Gracias a estos grandes establecimientos, la ciudad ha reducido su dependencia histórica del sector agrícola, aunque este sigue contribuyendo a la economía de la ciudad.
Turismo
Uno de los principales destinos turísticos de Brasil, las actividades turísticas y culturales de Salvador generan muchos puestos de trabajo e ingresos, al tiempo que impulsan la conservación de su patrimonio cultural y artístico. La zona del Pelourinho, por ejemplo, es una de las paradas favoritas de los turistas, con sus mansiones coloniales, iglesias históricas y fabulosas playas.
El turismo, al ser fuerte en la ciudad, allanó el camino para unas infraestructuras ultramodernas. De hecho, las infraestructuras de Salvador se encuentran entre las más modernas de Brasil.
Desde el punto de vista económico, Salvador siempre será considerada una de las grandes potencias del país. Si eres inversor, es fácil comprobar lo acertado que es invertir en la ciudad. Como turista, tienes garantizada una gran experiencia en Salvador.