Uno de los mejores ciudades que hay en este mundo es la ciudad de Río de Janeiro. La gente que va y viene a esta ciudad nunca se cansa de ella. En la montaña Pan de Azúcar (Pao de Açúcar) se puede acceder a una impresionante vista de toda la metrópolis, donde podrás admirar en 360 grados tanto la ciudad de Río como la bahía de Guanabara. El puente Río-Niterói (de 13,9 kilómetros de longitud) es visible también a lo largo de la bahía. Los cariocas (nombre que reciben las personas originarias de Río) proponen otra forma de tener buenas vistas de la ciudad de Río: el Cristo Redentor. El Cristo está considerado como una de las 7 nuevas maravillas del mundo moderno y uno de los puntos referenciales de la ciudad. El puerto de Río destaca por su naturaleza: cuenta con exuberantes y altas montañas que se encuentran con el mar en las mundialmente conocidas playas de Copacabana e Ipanema.
En la cima del monte Corcovado se tiene una perspectiva más elevada de toda la ciudad. Se accede a la montaña y a la estatua del Cristo Redentor a través de un tranvía. Asegúrate de ponerte en el lado derecho del tranvía para tener mejores vistas. Una vez en la cima, descubrirás que hay una cordillera que divide Río en cuatro áreas: Centro, Zona Norte, Zona Oeste y Zona Sur.
Cada una de estas cuatro áreas tienen sus propios lugares distintivos. La mayoría de atracciones de la ciudad de Río como Pan de Azúcar se encuentran en la Zona Sur. El archiconocido estadio de Maracaná se encuentra en la Zona Norte, mientras que los lugares más culturales e históricos se encuentra en Centro. El estadio de Maracaná es un lugar de paso obligatorio para los fanáticos del fútbol. Los visitantes pueden posar sus pies en las huellas del gran Pelé y de muchas otras leyendas. La Zona Oeste es comparable a Miami por sus centros comerciales y playas, así como por el barrio más moderno de Río, Barra da Tijuca, Recreio dos Bandeirantes.
La gente es considerada el mejor recurso o activo de Río. Tiene unos 6 millones de habitantes que varían en credo, color y raza. No hay ningún grupo que domine Brasil, por lo que todo el mundo es bienvenido. Los cariocas son conocidos por ser gente cálida y divertida.
Los brasileños entienden y hablan español, pero no es su lengua materna, por lo que es aconsejable aprender un poco de portugués básico para relacionarse con los lugareños. Pero la mayoría de ellos se desvivirá por ayudar a un turista recién llegado a su ciudad.
Aunque hay publicidad negativa sobre Río, sigue siendo uno de los mejores destinos del planeta. La ciudad, como cualquier otra, también está plagada de pobreza, así que si es la primera vez que viajas a Río, es mejor que te mantengas alejado de las «favelas» o barrios marginales. Además, ser consciente de su entorno en todo momento es una forma de ser precavido. Si dispones de un dinero extra, puedes contratar un chófer para ir con más seguridad por tu recorrido. Un chófer puede descubrirte sitios que probablemente te perderías si visitaras la ciudad por tu cuenta. Lleva el dinero justo para todo el día o una tarjeta bancaria, pero evita mostrarlos en público. Así evitarás robos indeseados.