Muchos brasileños se refieren a Fernando de Noronha como “la isla prohibida” y no por razones ilegales o sospechosas como puedas estar pensando, sino porque el archipiélago está bajo el control total del gobierno. El número de turistas diarios, las actividades e incluso sus habitantes están bajo el control de las autoridades. Sin embargo, esto no quita que los habitantes de Fernando de Noronha sean cercanos, amables y hospitalarios con los turistas.
Curiosamente, gran parte de los más de 2.000 habitantes del archipiélago descienden de ex reclusos o funcionarios de prisiones, pues hubo una época en la historia de Fernando de Noronha en la que este archipiélago era una prisión de máxima seguridad. Todas las personas que a día de hoy viven en Fernnado de Noronha, lo hacen en el único lugar poblado: Villa dos Remedios, la isla más grande del archipiélago.
Aunque son pocas las personas que viven en el archipiélago, los turistas descubriréis que sus ciudadanos conocen tan bien las diferentes islas e islotes que podrán serviros como guías turísticos. Podréis pedirles que os lleven a los diferentes lugares de interés de Fernando de Nornha, o, pedirles que os ayuden a llevar a cabo las actividades que tengáis programadas. Y, como el amor y la protección de la naturaleza son valores que están inculcados en la población, no te sientas ofendido si te regañan por hacer cualquier cosa que les pueda parecer “mala” para el medio ambiente.