Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, comenzó siendo un pequeño pueblo. Pero, la llegada de João Leite da Silva Ortiz cambió para siempre el destino de Belo Horizonte. Ortiz fue un explorador de uno de los estados de Brasil que, en el año, 1701, se asentó en Belo Horizonte y decidió montar una granja a la que llamó Curral d’el Rey. El éxito de este lugar atrajo a otros colonos a trasladarse al lugar, y, poco a poco, el pequeño pueblo se rodeó de granjas.
Los inmigrantes fluviales de São Francisco también tuvieron un papel en el desarrollo de la ciudad. Como para ir a las zonas del sur de Brasil, tenían que pasar por el Curral d’el Rey, les gustó tanto este lugar que decidieron asentarse allí también.
En el año 1889, cuando se nombró a Brasil como una república, se decidió cambiar la capital de Minas Gerais. Así, la capital del estado pasó de ser Ouro Preto a ser Belo Horizonte. Sin embargo, a esta ciudad no se la llamaba Belo Horizonte, como a día de hoy, sino que se la conocía como Curral d’el Rey. No fue hasta el año 1906 que se cambió el nombre a Belo Horizonte, que significa «bello horizonte».
En el año 1940, Juscelino Kubitschek, por aquel entonces alcalde, encargó a Oscar Niemeyer el diseño del barrio de Pampulha, lo que dotó a la ciudad de un gran estilo y una arquitectura exquisita que se puede ver hoy en día en la ciudad.